viernes, 4 de diciembre de 2015


María del Rocío Lorca Luque 3ºESO C
UNA NOCHE DE HALLOWEEN
Quedé con mis amigos para celebrar Halloween e ir pidiendo caramelos, todo estaba genial. Hasta que Juan (un amigo del grupo) dijo de ir a una casa muy conocida por los fantasmas que la habitaban. Cuando llegamos escuchamos ruidos que provenían de la casa. Juanjo (otro amigo del grupo) dijo que quien fuera capaz de recorrer todos y cada uno de los pasillos de la casa y volver sin llorar se llevaría todos los caramelos que habíamos conseguido. Todos llevaban la bolsa de caramelos llena menos yo, entonces me ofrecí voluntaria para entrar, pero antes de entrar busqué de donde provenía el miedo a esa casa así que busqué la información y en resumen ponía:
Que antes de ser una casa era un cementerio, un hombre de unos 30-35 años compró el terreno y se construyó una casa para él, con sus propias manos, los vecinos comentaban que por la noche entrando la madrugada se escuchaban gritos de niñas y que poco más tarde se le veia enterrando cuerpos en su jardín trasero, al cabo de 20 años el hombre fué asesinado, cuando los policías fueron a recoger el cuerpo descubrieron que con la sangre del hombre estaba escrito en la pared "te lo debíamos, prueba tu propia medecina";
debo admitir que me asusté y dejé de leer, sin pensármelo entré en la casa y por lo que yo observaba con la poca luz que había, era que todo estaba tal y como lo dejó el hombre, subí a el cuarto del hombre, tenía 15 ó 16 fotos de niñas muertas de 13 ó 14 años, cuando fui a salir del cuarto alguien me tocó el hombro y me dijo al oído: "esta no es tu casa, ¡fuera!" yo me asusté y me giré pero no había nadie, entonces seguí caminando por los pasillos, se escuchaba la voz de una niña diciendo: "¡hulle de aquí antes de que pueda hacerte daño, está loco! Entonces sí que me asusté y me fui escaleras abajo, pero cuando faltaban menos de 5 metros para llegar a la puerta, apareció él, un hombre totalmente tatuado, pálido y con una vestimenta negra, se estaba riendo, entonces el único reflejo que tube fue el de gritar, mis amigos me escucharon y me sacaron. Cuando ya estaba fuera de la casa me preguntaron que el que había pasado pero yo no podía hablar, pues estaba totalmente traumatizada, mis amigos no sabian que hacer, entonces me acompañaron a mi casa, una vez allí le di las gracias a mis amigos por acompañarme y cerré la puerta, enseguida fui a mi cuarto sola y me puse la televisión para no pensar en lo que había pasado, pero de rrepente, la televisión se apagó y con letras rojas ponia:" Tú entraste en mi casa, ahora yo entro en la tuya".


FIN