jueves, 19 de diciembre de 2013

TALLER DE CREACIÓN LITERARIA: UNA DE FANTASMAS


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EL PILOTO FANTASMA
--> Iker Fernandez era un niño de 16 años, toda España lo conocía por sus fabulosas carreras de motos, a él le encantaban las motos. Estaba súper enviciado con ellas. Un día tuvo una carrera muy importante, saldría en la televisión por toda España, sería el 27 de agosto.
Iker llegaba directamente del instituto y se iba a la pista de motos, llevaba haciendo eso desde los 13 años, todos lo conocían por el “maquinote Iker”.
Cada día se acercaba más y más y los entrenamientos iban perfectos hasta que llegó el gran día, ese 27 de agosto. Tenía muchos nervios.
Empezó a calentar y todo iba perfecto hasta que llegó a la segunda rampa, en ese momento la moto explotó y se prendió fuego. Cuando llegaron al lugar del accidente los médicos y los bomberos no pudieron hacer nada, antes de que la moto tocara el suelo, Iker ya estaba muerto.
Toda España lo estaba viendo: los padres, familiares, ligues, amigos, hasta los fans no dejaron de llorar; la pena por la pérdida de Iker fue enorme.
Cada día que pasaba su familia iba al mismo sitio donde sucedió esa horrenda tragedia. Ellos pensaban que se estaban volviendo locos viendo cosas, pero no era su imaginación, era Iker, que cada día se aparecía en esa pista entrenando como cuando vivía.
A partir de ese día la familia iba a verlo todos los días, así al menos veían a Iker como fantasma.
MOLLY OLIVIA PORTER 3ºC

UN VIOLÍN EN CASA
Adelia era una niña de ocho años, de pelo largo y negro, blanca piel y ojos castaños y caídos. Tenía un osito al que llamó Harry, se lo regaló su padre cuando tenía 3 años y nunca se separaba de él. Adelia era la menor de sus cuatro hermanos y el ojito derecho de su padre.
Un día el padre vio una gran casa y vieja en venta. A él le sorprendió que una casa tan grande y bonita costara tan barata, así que pensó en comprarla y reformarla con el paso del tiempo. Cuando llegó a la casa les informó a su mujer y a sus hijos, todos se pusieron muy contentos, todos menos Adelia. A ella no le gustaba mucho la idea de tener que mudarse a otra casa. El padre le preguntó porque no quería irse y ella le respondió que a Harry le gustaba esa casa donde vivían.
Iban camino a la casa nueva en coche, todos estaban intrigados y felices por ver la casa nueva, menos Adelia. Cuando llegaron a la casa se quedaron boquiabiertos al ver una casa tan grande, todos entraron al salón, Adelia fue la última en entrar.
La primera impresión que tuvieron fue un gran cuadro que había colgado en el salón de una niña de más o menos la edad de Adelia que salía tocando el violín. Todos los hermanos de Adelia eligieron los cuartos más grandes y lujosos de toda la casa. A la pequeña Adelia no le importaba no escoger el mejor cuarto, así que abrió una puerta y encontró un cuarto pequeñito donde había también otro cuadro donde aparecía la misma niña del cuadro del salón. Adelia soltó a Harry, su muñeco de peluche, en la cama, metió las manos debajo de la cama y sacó una funda de un violín, pero estaba cerrado con llave y no podía abrirlo.
En cuatro días la casa ya estaba lista. La madre decidió quitar el cuadro del salón, al hacerlo este se cayó al suelo y apareció una llave. Solo Adelia se dio cuenta de esto último, la cogió y se la llevó corriendo a su cuarto. Allí cogió la funda de violín, la abrió y vio un violín viejo. En ese mismo momento se escuchó un fuerte estruendo, ella cerró la caja y la puso de nuevo donde estaba.
Era las doce de la noche y todos estaban acostados. Adelia estaba tumbada en su cama y de repente escuchó el sonido de una canción tocada con un violín. Ella se levantó y se dio cuenta que el violín no estaba donde lo había dejado. Bajó al salón y el cuadro de la niña se encontraba de nuevo en el mismo lugar que cuando llegaron.
Adelia se lo contó a su familia pero no la creyeron hasta que escucharon el violín. Todos salieron corriendo de aquella casa. No les habían contado el por qué aquella casa era tan barata. La casa estaba encantada. Una niña murió dentro de la habitación donde se encontraba Adelia por culpa de su madrastra, que la utilizaba para que consiguiera dinero tocando el violín. Un día la encerró en su cuarto obligándola a que tocara el violín hasta que ella volviera. Pero aquella noche llegaron unos hombres y mataron su madrastra por culpa de unas deudas que se negaba a pagar.
Desde ese momento dicen que la niña  a las doce de la noche sigue tocando el violín, esperando a que su madrastra le diga cuando parar.

MIRIAM PÉREZ 3ºC

¿ESTAS AHÍ?

Me despierto y pienso... ¡Es 31 de octubre!
Voy al instituto, la comida, con la familia y toda la tarde esperando hasta... ¡ding, dong! Suena el timbre, son mis amigas, Marta, Claudia, Erika y M. Carmen.
Nos disfrazamos y salimos. Empezamos nuestra ruta, calle Margarita, lapislazulus...
Cale Ruiseñor, 1ª casa, 2ª, 3ª... 10ª, tocamos en una casa pequeña, parecía acogedora, las paredes marrones, una puerta de madera, un pequeño jardín y un cartel que pone
piénsalo antes de entrar”
Como siempre M. Carmen “la valiente del grupo” dice:
-Entremos, será divertido.
Todas juntas gritamos “¡no!” .
Pero cuando se empeña...
Abre la puerta del jardín, entramos temblando...
Claudia empuja la puerta, pasamos, vemos una mesita, una alfombra roja, retratos de personas... Hay una puerta azul, entramos y vemos una silla que se mueve, de repente se levanta un baldosa, y sale un zombi.
Colgando del techo, había arañas, grandes, pequeñas, enanas...
Erika abre otra puerta para salir de allí, ya que la puerta anterior había desaparecido.
Entramos y hay una araña enorme, lo peor era que hablaba.
Cantaba una nana que siempre repetía:
Duermen, duermen, duermen las arañas,
suben, bajan por su telaraña.

Salimos corriendo y Marta abre una puerta donde cae y no sabemos donde va.
La buscamos, la buscamos y al final la encontramos fuera de la casa.
Después del susto, nos damos cuenta de que había sido una broma y seguimos disfrutando de la noche.

Cristina Segado 1º eso B