El control de los Elementos
Triángulo del Dragón (Japón) 200 – 269.
Hainiko, reina de Yamatai, ciudad estado independiente de Japón, era temida en todo el extremo oriente por sus misteriosos poderes de controlar a los elementos naturales, tal como tsunamis, ciclones, lluvia de fuego, etc. Se cuenta que la fuente de poder de Hainiko procedía de un lugar situado en el centro de Yamatai al que solo podía acceder ella.
Cuenta la leyenda, que una vez el rey de Japón quería conquistar Yamatai para acabar con el cobro de impuestos por navegar sus mares, y para ello mandó a un diplomático para ver la situación de la isla. El diplomático informó a su señor de que Yamatai no se podía conquistar puesto que los poderes de Hainiko podrían hundir y derribar todo lo que se propusieran. El soberano de Japón no hizo caso a la advertencia de su diplomático y se lanzó al ataque con más de 20 000 soldados y 475 navíos. Nunca se volvió a saber nada de aquellos soldados, solo que habían sido destruidos por los poderes de Hainiko o bien por la Guardia de la Tormenta, guerreros feroces sin miedo a la muerte y con armaduras Samurái de aspecto aterrador. Más tarde los Oni, Samuráis ancestrales con influencia mágica, procedentes de las islas independientes al norte de Japón, tras esforzarse durante años en reunir el poder y el ejército suficiente como para enfrentarse a Hainiko, y arrastrados por la envidia de conocer el gran poder que una sola persona poseía, se decidieron a atacar, y tras varios años de lucha y con gran sacrificio de vidas Oni, finalmente consiguieron invadir la isla, pero no acabar con Hainiko. Tras eso, Hainiko se refugió con sus fieles soldados supervivientes bajo la isla, de donde todavía emanan sus poderes. Antes de dejarse capturar, todos se auto practicaron el Arakiri en aquel lugar, dejando la mitad de su alma vagando por la isla. Siglos más tarde en la segunda guerra mundial, los Japoneses apostaron torres de control y bunkers en las ruinas de Yamatai para rechazar los ataques americanos, pero ningún soldado que pisó la isla volvió a su casa exceptuando un soldado al que acusaron de loco por contar que la última resistencia Japonesa en la isla apostada en el antiguo santuario, fue destruida por los Guardias de la Tormenta que mataban en nombre de Hainiko. A lo largo de la historia, muchos arqueólogos y aventureros han intentado entrar en la isla pero ninguno lo ha conseguido como consecuencia de extrañas tormentas que se cree que las controla el espíritu de Hainiko.
Autores: Álvaro Garrido, Fernando Conejero, Ioan Godenka, David Porras, Ivan Vergara.