jueves, 5 de diciembre de 2013

HISTORIA DE LA ARAÑITA

La historia estaba sacada de una noticia de un periódico. Un hombre, dueño de un restaurante, estaba muy harto de que sus clientes dejasen los baños en tan lamentable estado. Se le ocurrió una solución : poner una pegatina dentro del inodoro para que la gente apuntara dentro. La idea funcionó.
Se les pidió a los alumnos que se pusieran en el lugar de :
a) el jefe.
b) un cliente que entra al baño
c) lo mejor de todo: la arañita.
Esta es la narración que se le ocurrió a la alumna Claudia Jiménez Carrera de 1º ESO B:
Punto de vista de la arañita:
 

Un día un señor muy alto y flaco, me pegó en el váter y yo pensé: ¿Pero este señor que está haciendo?. Yo esperaba y esperaba hasta que vino un hombre a hacer sus necesidades y vi que me venía a la cara un…. Conguito y me lo comí con muchas ganas pero cuando lo saboreé bien……. ¡buajjj, qué asco! Pensé que me moría, y para colmo también me vino un liquidito amarillo que también estaba asqueroso, así que, mirad que mal lo pasé.


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TALLER DE CREACIÓN Nº 3:
Vidas cruzadas
Jefe:
En mi restaurante Italiano, yo la jefa, María no lograba entender por qué los hombres tenían tan mala puntería a la hora de miccionar. Un día decidí meterme en la piel de un hombre, para ver cómo piensan y sienten, sobre todo aclarar mis dudas sobre su mala puntería. Estando de pie frente al inodoro vi una colilla que estaba en el fondo y se me ocurrió poner una pegatina de una araña que decía: ”APUNTE A LA ARAÑITA”. Desde aquel día observé que el servicio estaba más limpio y a la vez se divertian miccionando. Lo sé por la cara de felicidad con la que salían.

Cliente:
Estando en un restaurante cenando con mi novia, tuve la necesidad de ir al baño. Cuando me disponía a empezar a miccionar descubrí en el fondo del inodoro una pegatina de una araña, miré si había alguien y enpecé la jugada apunteeee y disparé acertando a la primera, estaba chupado. Salí del baño orgulloso por haber tenido tan buena puntería. Al llegar a la mesa mi novia me preguntó que por qué me reía y le contesté:
¡COSAS DE HOMBRES!

La araña:
Hola soy una pegatina-araña. Mi deseo de mayor es estar en el libro de lengua de una adolescente. Ahora mismo estoy en el escaparate del quiosco del parque, esperando que alguien se decida a comprarme, espera, viene alguien, ¿dónde me llevarán? ¿me pondrán en la portada de mates, en el de lengua o en el de inglés? Glú, glú, glú. ¿Dónde estoy? ¡¡Ahhhh!! Socorroooo me apuntan al ojo.

María Guirado 1º ESO B

 
  1. Punto de vista del jefe:
Estaba en mi restaurante tan tranquila, cuando fui a cerrar, me entraron ganas de ir al servicio, pero cuando entré ¡Qué asco!, era lo más asqueroso que una persona pudiera ver. En ese momento mis ojos se querían derretir para no ver eso. Pero tuve una idea genial, poner algo para que la gente enfocara en el váter, me recorrí cuarenta tiendas y al fin la encontré: era una pegatina, de una arañita que decía “Apunte aquí”. Llegué a mi restaurante y pegué la pegatina, y desde entonces el cuarto de baño está reluciente.


  1. Tú eres el cliente, entras al baño y te encuentras a la arañita:
Estaba en el restaurante tomándome mi noveno vaso de “Coca Cola”, cuando mis ganas de ir al servicio llegaron a su fin, entré tranquila y de repente vi una arañita en el váter, pero no era de verdad y estuve más relajada.


  1. Tú eres la arañita:
Un bonito día un hombre alto y moreno me compró en la tienda “Bicho-bichito”. Yo estaba feliz, muy feliz. Cuando llegué, me pego al váter y yo seguía feliz. Al siguiente día entró un hombre no muy delgado que digamos, que se bajó los pantalones y los calzoncillos de unicornios, se sentó y empezaron a caer meteoros marrones y no agradables. Ya llevo tres años aquí pegado y ya tengo a mi novia. Esta pegada en el váter de al lado y aquí seguiremos, hasta la eternidad.
Paula Macarena López Lórenzen 1B 11-12-13